Mi intima relación con Skene me ha descubierto un universo entero de placer. Pequeña, casi inexistente, tras treinta y ocho años sin ni siquiera saber de su existencia. Hoy me he dado el gusto de conocerla, tras haber topado con ella en una primera ocasión como por casualidad hace escasamente una semana.
Lo ocurrido me dejó atónita y descolocada, aunque muy muy relajada. Mi primera reacción fué de vergüenza, pero seguidamente investigué sobre el hecho hasta encontrar una respuesta satisfactoria. Y ahora puedo afirmar con toda alegría y seguridad que yo soy de las que posee una hermosa Skene en lo más íntimo de mi ser y que gracias a ella mi vida es más placentera y entera.
Lo ocurrido me dejó atónita y descolocada, aunque muy muy relajada. Mi primera reacción fué de vergüenza, pero seguidamente investigué sobre el hecho hasta encontrar una respuesta satisfactoria. Y ahora puedo afirmar con toda alegría y seguridad que yo soy de las que posee una hermosa Skene en lo más íntimo de mi ser y que gracias a ella mi vida es más placentera y entera.
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