jueves, 9 de mayo de 2013

Gilanz



Como todos ya saben, o quizás quieran saber, mi estancia en Gilanz fué tan sólo de un instante de quince mil millones de años. Gilanz es un planeta binario con tres lunas orbitando a su alrededor. Las óbitas de estos satélites son arbitrarias y no se pueden definir pues varían según el observador que explore el planeta.

Yo conocí su consciencia de una manera muy persuasiva, intensamente sensual, seductora y agradablemente comparable a nuestra inteligencia terràquea.

La sensualidad es su puerta de entrada, todo gira alrededor de un gran agujero negro de placer y de goce perpetuo. Gilanz es una vida de generoso regalo para dar a quien quieras de forma que tu deseo se sienta más libre y complacido. Emerge de forma levitativa en puro trance desafiante para la mente humana. Es un ente maravilloso polimorfo y poliadicto, que inspira admiración y respeto por ser tu deseo quien refleja lo que hay dentro. Son tus “yoes” que te dicen que tú eres ellos y ellos tú, teniendo que elegir minuciosamente con quien te acuestas e intimas en aquel ensueño físicomental de vida elemental. De variedad un tanto deferente a nuestro conocido mundo, en Gilanz la atención eres tú mismo en su esencial centro y  todo lo que a tu alrededor lo que compone este peculiar lugar. Nadie te juzga peor de lo que tú puedas juzgarte, así que si tienes una buena impresión de tu persona todos sienten una profunda admiración y curiosidad por ti: toda una población, una biomasa de seres fantasticos, príncipes, diosas, reyes, hadas, putas, viejos, verdes, aves...

Azul urano en el ambiente, calor húmedo y fresco, se puede divisar a simple vista el transcurrir de los vecinos cosmopilitas del planeta gemelo . El cielo estrellado resplandece por las noches y los tres satélites se iluminan cada día, donando su luz al ligero aire perfumado de recuerdos.

Estuve allí por un momento y todo parecía una quimera  El sueño es lo que importa, hay que ir a por él, sin dejar que se te pase por temer vivir algo inesperado o extraño. Que te turben los pensamientos es normal, pero no permitir que salgan es un error que lleva sus riesgos también...el no querer sufrir no libra de sufrimiento y el no querer gozar no produce goce alguno. El insomnio se cura soñando con la mente bien despierta, sólo así se accede a Gilanz, patria de todo librepensador y crítico implacable. 

Si el insomnio permanece y persiste en no dejarnos respirar la atmósfera de nuestro querido y divino planeta, debemos llamar al doctor en drogas ilegales, metapsicología y astrofísica parabólica de rayos gamma. Es decir uno de esos extraños seres que se pasan la vida entre libros, telescopios y máquinas de análisis de sangre, orina,  luz y atmósfera extraterrestre. Són difíciles de encontrar y además suelen ser muy huraños y parcos en palabras así que pedirles consejo tiene sus riesgos. Uno se arriesga a molestarlos con demasiadas preguntas y, a pesar de que puedan responder sin ningún tipo de esfuerzo, se expone a su ignorancia para, por lo menos,  diez años terráqueos. En ese caso, la curiosidad te reconcome las entrañas y te quedas con el maldito insomnio como compañero de vivencias, encerrado en una sola realidad conocida e inalterable. 

Gilanz no es un sueño, es un divino tesoro del cual os traigo un trozo para que goceis conmigo. Un informe experimental de aquello que viví en un instamte constante al que vuelvo amenudo. Un lugar que recuerdo frecuentemente en el cual  vivo mentalmente. Todos somo Gilanz, provenimos de ello, es nuestro futuro pasado, nuestra máxima evolución. 



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