viernes, 10 de mayo de 2013

Recordando...

¿Cómo puede suceder que momentos vividos en un día se conviertan en recuerdos lejanos al anochecer y luego, con el paso del tiempo, se vuelven cada vez más nítidos?

Es muy curioso que me suceda ésto amenudo, como si las vivencias fueran más reales en el recuerdo que en el momento en el que las estoy viviendo. Y no  hablo de nostalgia o melancolía, no es eso, es ciertamente que parece que todo sucede tan rápido en realidad,  que los sensorios apenas lleagan  para reaccionar ante la vida.

En el recuerdo todo se vive desde la templanza que da el que todo haya pasado ya.

A mi memoria viene aquel día en el que vino Endimión a mi ciudad y quedamos en vernos. Esta vez no se anuló el encuentro a última hora, no se pospuso al azar más relativo, sino que se produjo, así sin más. Tras años de alejamiento físico...aunque no del todo mental.

 Nos encontramos en el bar de siempre, donde habíamos quedado ya tantas y tantas veces.




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