jueves, 9 de mayo de 2013

Spheira


Opuestamente a Endimión, Spheira era voluptuosamente cariñosa. No sólo con su dulce voz cantarina me alegraba las conversaciones, sino que su amor por mí era casi incondicional. Su risa era contagiosa y sus llantos desesperantes. Alternaba muchas veces su risa y su llanto e incluso podía reír y llorar al mismo tiempo. Pero sus ojos azul turquesa seimpre estaban limpios. Su mirada era de alguien que mira desde el corazón, con todo él además. Siempre iba acompañada de sus dos nenúfares. Unas pequeñas florecillas chillonas que luchaban por acaparar su plena atención. A mi me gustaba especialmente su presencia cuando las veía dormidas en sus profundos sueños infantiles, que alimentaban a Spheira aumentando su plenitud radiante de belleza y salud.

Negarle algo a Spheira era casi imposible, porque sus aterciopelados pómulos se sonrojaban tan hermosamente cuando insitía que decirle que no era muy incómodo. Además no aceptaba un no por respuesta muy facilmente sin estallar en ira o lloro 


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